El alcalde de Meis asegura que lo que enturbió el agua del río fue una mezcla de polvo de piedra
El vertido que enturbió las aguas del Umia durante el pasado fin de semana no era contaminante. Esa es, al menos, la información que tiene el alcalde de Meis, José Luis Pérez Estévez. El regidor explica que los técnicos le informaron de que el origen de este episodio estuvo en la rotura de una de las balsas de decantación de una cantera. En ellas se deposita el polvo de la piedra con el agua con el fin de que el primero se precipite y el agua salga limpia. «Xa pasara noutra ocasión, pero non chegara ao río», argumenta el regidor. Insiste en que el vertido no era contaminante y en que, por ello, no fue preciso tomar más medidas. La avería está ya reparada y la balsa dejó de verter antes del fin de semana.
En el Concello de Ribadumia, en cambio, no tenían a primera hora de ayer noticias sobre lo sucedido. Fue precisamente el concejal de Medio Ambiente de esta entidad, José González Lede, el que dio la voz de alarma el pasado sábado, cuando unos vecinos avisaron de que el agua del río estaba turbia.
La mancha no afectaba a un punto concreto, sino que se extendía a lo largo de varios kilómetros, pudiendo verse claramente entre los puentes de Pontearnelas y Cabanelas. El concejal dio aviso al Seprona y a Augas de Galicia. Ayer mismo iba a reclamar a la Administración autonómica un informe de todo lo sucedido.
La Voz de Galicia